Más allá de la colombianización.
Colombia vivió críticos años de violencia durante la época en que Pablo Escobar controló el narcotráfico hacia los Estados Unidos con la ayuda de socios mexicanos.
La violencia fue tan cruel debido a la diversificación de sus técnicas, tácticas y estrategias de intimidación hacia sus enemigos, pero primordialmente hacia las instituciones del Gobierno colombiano.
Su capacidad de fuerza e influencia, penetró todas las estructuras sociales, económicas y políticas, creando a su alrededor una base social que lo llevaron incluso a desafiar al poder mismo del Estado. Fue un período catalogado por expertos como de pleno terrorismo. Peroooo ¿cómo se cataloga el terrorismo?
De acuerdo al Consejo de Seguridad de la ONU, para hablar de terrorismo dichos actos violentos deben contener 3 elementos básicos: 1) Debe haber una pretensión de causar la muerte o graves lesiones; 2) Que las víctimas sean civiles o personas al margen de conflictos armados y 3) Que el propósito sea intimidar socialmente o políticamente.
Muchos acontecimientos violentos en nuestro país nos muestran que México se ha colombianizado. Tener una política migratoria de puertas abiertas sin control o restricción, ha provocado que ingresen a nuestro país no sólo migrantes de centro y Sudamérica, sino de otras partes del mundo incluyendo del medio oriente, zona por excelencia de conflictos armados donde se adiestran agentes terroristas.
Investigaciones de expertos indican que hay colombianos entrenados en medio oriente operando en México que están entrando por el sur de nuestro país para luego dirigirse al centro y norte de la república mexicana. Para el ex director antinarcóticos de la Policía Nacional de Colombia, el General Fabián Cárdenas, los artefactos y tácticas utilizadas en México son los mismos que se han visto en Colombia y América Latina, que tienen como propósito generar terror, inconformidad e incidir en la sicología de toda la sociedad.
Las fiscalías de los estados de Michoacán, Guanajuato, Chiapas y recientemente en el municipio de Tlajomulco, Jalisco, han detectado la presencia y colaboración de colombianos en hechos de violencia donde se han utilizado diversos tipos de artefactos explosivos, drones, coches bombas, minas terrestres o como los sicarios que operan por parejas en motocicletas para ultimar a sus víctimas.
Durante ese período, en Colombia mataron a civiles, policías, empresarios, deportistas, periodistas, fiscales, alcaldes, jueces y candidatos. De no frenarse la escalada de violencia que se vive en nuestro país podríamos llegar incluso a superar a la Colombia de aquellos años.